1337. Edificio Raffo. Lima. Peru
Estimada Lucrecia,
Instrucciones para el arquitecto
Nuestro malentendido es de carácter conceptual. Usted ha
hecho ese bonito diseño de mi casa y de mi biblioteca
partiendo del supuesto -muy extendido, por desgracia- de
que en un hogar lo importante son las personas en vez de
los objetos. No lo critico por hacer suyo ese criterio,
indispensable para un hombre de su profesión que no se
resigne a prescindir de los clientes. Pero, mi concepción de mi futuro hogar es la opuesta. A saber: en ese pequeño espacio construido que llamaré mi mundo y gobernarán mis caprichos, la primera prioridad la tendrán mis libros, cuadros y grabados; las personas seremos ciudadanos de segunda. Son esos cuatro millares de volúmenes y el centenar de lienzos y cartulinas estampadas lo que debe constituir la razón primordial del diseño que le he encargado. Usted subordinará la comodidad, la seguridad y la holgura de los humanos a las de aquellos objetos.
(Mario Vargas Llosa -Los Cuadernos de don Rigoberto-)
Saludos afectuosos,
R
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